Devocionales

Pausa y respira

Tracie Miles 17 de abril de 2020
Por lo tanto, no temeremos cuando vengan terremotos y las montañas se derrumben en el mar. Salmos 46:2 (NTV)

Mientras esperaba para salir de la ciudad en un viaje, sentí ansiedad creciendo en mi espíritu.

Miré atentamente a los otros pasajeros, preguntándome si alguno representaba una amenaza para mí.

Empecé a leer sus caras, mirar sus maletas de mano y a especular si podría haber pasado algún artículo peligroso. Me preguntaba si todos estaban sanos o si los gérmenes correrían desenfrenados en el sistema de circulación de aire del avión.

¿Sabes? Todas las preocupaciones y caos que el mundo había estado experimentando en los últimos meses pesaban sobre mi corazón. Inquietudes de virus y pandemias, pérdidas de vidas preciadas, tornados e inundaciones desgarrando comunidades y las innumerables tragedias diarias en las noticias plagaron mis pensamientos. Cuando sentimos tanto pánico, dolor y sufrimiento, todo lo cual está fuera de nuestro control, es fácil dejar que el miedo se apodere.

¿Qué le está pasando a nuestro mundo, por qué es tan malvada la gente, por qué se siente que la vida está fuera de control, y podremos sentirnos seguros y en paz algún día?

Mi mente estaba a punto de ir a la deriva con miles de “y si” y “por qué” expresados con mucho pánico, cuando Dios suavemente susurró a mi espíritu las promesas del Salmo 46. Tomé pausa para recordar que Él estaba conmigo, que no había necesidad de temer.

Salmos 46:1-3 dice: Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad. Por lo tanto, no temeremos cuando vengan terremotos y las montañas se derrumben en el mar. ¡Que rujan los océanos y hagan espuma! ¡Que tiemblen las montañas mientras suben las aguas! (NTV).

Cuando cualquier tipo de angustia empiece a invadir nuestra mente, el Salmo 46 es un maravilloso recordatorio que no importa lo que esté pasando en nuestras vidas, en nuestro estado, o en nuestro mundo — Dios está con nosotras.

Estos versículos nos aseguran que Dios sigue siendo nuestro Refugio. Nuestro Protector. Es en Él que encontramos fuerza y paz para atravesar tiempos difíciles cuando estamos temerosas.

Sin embargo, aun sabiendo esto, ante la tragedia, angustia o pánico, podemos empezar a cuestionar a Dios, dudando de esta promesa de protección. Aunque Dios sí tiene la autoridad y la habilidad de protegernos de todo problema, a veces Él todavía los permite.

Pero Su Palabra nos promete que Él usa nuestras pruebas para enseñarnos, purificarnos y acercarnos más a Él. Aunque a veces pareciera que Dios no nos ha protegido a nosotras o a nuestros seres queridos de la manera que necesitábamos o deseábamos, podemos descansar al saber que Él está protegiéndonos de la manera que Él sabe es la mejor, y que, si fuéramos protegidas de toda prueba, entonces no aprenderiamos a depender completamente de Él.

Salmos 46:4-6 continúa diciendo: Un río trae gozo a la ciudad de nuestro Dios, el hogar sagrado del Altísimo. Dios habita en esa ciudad; no puede ser destruida; en cuanto despunte el día, Dios la protegerá. ¡Las naciones se encuentran en un caos, y sus reinos se desmoronan! ¡La voz de Dios truena, y la tierra se derrite!...Interludio (NTV).

Aunque en realidad no existía ningún río en Jerusalén, estas imágenes están designadas para representar Su presencia pacífica, aún cuando la vida es caótica. Nada puede destruir la presencia de la paz y gozo de Dios en nuestros corazones sin nuestro permiso.

Nota en este pasaje que cada sección termina con la palabra Interludio, como en los versículos que le siguen. La definición de “interludio” es pausa, espacio para respirar, o descanso. Aunque el mundo esté en caos, Dios sigue siendo Dios. Él sigue en el trono. Sigue siendo poderoso. Continúa siendo fiel. Es soberano. Permanece en control.

Cuando pausamos para enfocarnos en la verdad que Dios es Dios, nuestros corazones pueden estar en paz aún cuando la vida se siente aterradora.

Si el miedo se ha estado infiltrando en tu corazón últimamente, haz una pausa y recuerda que Dios es tu Protector, Su Presencia está contigo, y Él está en la Posición de autoridad más alta de este mundo roto. Pídele a Él que calme la ansiedad de tu corazón.

Y luego, solo respira.

Querido Señor, gracias por ser un lugar de refugio al que puedo huir; por siempre brindar paz en nuestros corazones cuando enfrentamos ansiedades. Llena nuestros corazones de gozo en vez de temor. En el Nombre de Jesús, Amén.

VERDAD PARA HOY

Salmo 68:28, Oh Dios, haz que tu poder se presente; despliega tu poder, oh Dios, como lo has hecho en el pasado. (NTV)

REFLEXIONA Y RESPONDE

¿Qué te está causando temor en tu corazón este día? ¿Cómo pudieran el pausar, respirar profundamente, y confiar que Dios está en control traerle paz a tu corazón?

Únete a la conversación, y comparte tus pensamientos en nuestra sección de comentarios.

© 2020 por Tracie Miles. Derechos reservados.

Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.

Únete a la conversación

¡Nuestra campaña financiera de fin de año está activa ahora!