Devocionales

Elegir nuestro llamado por encima de nuestra comodidad

Lysa TerKeurst 20 de febrero de 2020
...Jesús le preguntó a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?. Juan 21:15a (NVI)

¿Alguna vez has sentido que Dios te mueve a hacer algo muy fuera de tu zona de comodidad que te aterroriza y es completamente opuesto a lo que te gustaría hacer?

Les confieso que cuando me permiten escoger, siempre quiero optar por la ruta segura, confiable, y cómoda. Y luego las Escrituras enfrentan mi perspectiva limitada y me desafían a caminar por una senda que yo nunca escogería por mi propia cuenta.

Se forma una pregunta en mi corazón. Una pregunta que me obliga a parar y reconsiderar el camino que me aterroriza: ¿Amas a Jesús y lo deseas a Él por encima de todo lo demás?

Es esta la pregunta que el Jesús resucitado le hizo a Pedro, uno de Sus discípulos, en un momento crucial en la vida de Pedro. Y es increíble cuánto puedo identificarme con Pedro.

Él ya había seguido a Jesús por años cuando las cosas se pusieron difíciles. Pero cuando Jesús fue crucificado, Pedro quitó su mirada del camino duro del ministerio al cual había sido llamado. Regresó a lo que lo hacía sentirse seguro, confiable y cómodo – a su profesión inicial de pescador.

Cuando el Jesús resucitado apareció en carne viva, Él acabó con las justificaciones de Pedro de quedarse en su lugar seguro. El destino de Pedro no era ser pescador de por vida, sino que sería un pastor del pueblo de Dios.

...Jesús le preguntó a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?(Juan 21:15a).

Para Pedro, la palabra "estos" usada por Jesús podría haberse referido al gran número de peces que recién había pescado. O quizás "estos" se refería a cualquier otra cosa que amenazaba alejar a Pedro de su llamado. Todas tenemos nuestros áreas de "estos" en la vida - las cosas que a veces escogemos por encima de Jesús.

Gracias a Dios, Jesús nos invita a una vida más abundante. Una vida donde rehusamos conformarnos con menos de lo que Él nos llamó a ser como también a hacer, pues nos diseñó para nuestro llamado.

Por eso me encantan las directrices que Jesús le da a Pedro en Juan 21:15-17. Es interesante que Jesús le pide hacer tres cosas que reflejan la forma en que los pastores en Israel cuidaban a sus ovejas - en ese tiempo, como también lo hacen hasta el día de hoy.

Jesús le ordena a Pedro:

APACIENTA MIS CORDEROS (Juan 21:15, NVI) El pastor se levanta temprano en la mañana y les da de comer a los pequeños corderos en el redil. Los levanta y los sostiene mientras los revisa para asegurarse que están bien. Los llama por nombre porque conoce íntimamente a sus corderos.

CUIDA MIS OVEJAS (Juan 21:16, NVI) Después de alimentar a los corderos, el pastor dirige cuidadosamente a las ovejas a un lugar donde pueden alimentarse. Los guía y los cuida.

APACIENTAS MIS OVEJAS (Juan 21:17, NVI) Después de haber alimentado a los corderos, y cuidado a las ovejas, el último paso es guiarlos a los pastos verdes para alimentarlos.

¿Por qué es tan importante tomar nota de que Jesús le está dando a Pedro estas instrucciones?

Yo creo que Jesús está tratando de transformar a Pedro de un pescador que juzga fácilmente, a un pastor cariñoso. Los pescadores rápidamente juzgaban y contaban los peces que habían capturado, descartando los peces pequeños porque tendrían que pagar más impuestos de lo que valían. Al ver los peces decían, «Este sirve, este no sirve, este sirve, este no sirve». A diferencia de un pastor, un pescador nunca recogería el pez para amarlo, ni se aseguraría de que estuviera bien, y nombrarlo.

Sí, Pedro había terminado su época de ser un pescador de peces. Jesús estaba pidiéndole que lo ame a Él más que la vida que Pedro había conocido. En ese momento, estaba llamando a Pedro a ser un pastor para el pueblo.

Jesús también nos pide a nosotras que lo amemos más a Él que a la vida que hemos conocido. Y así como equipó a Pedro al enviar Su Espíritu Santo para llenar y empoderar a Pedro para su llamado (Hechos 2), Él también nos equipa gustosamente. Tenemos el regalo del Espíritu Santo dentro de nosotras y Su Palabra escrita que nos guía continuamente.

Queridas amigas, no pasemos por alto lo asombroso que es saber que nuestro Señor desea trabajar a través de nosotras ― aún con todos nuestros temores y fracasos. No permitamos que el temor o la comodidad nos convenza a quedarnos atrapadas en el mismo lugar de siempre. Simplemente digámosle a Jesús, Sí, Señor, Te amo más que a todos "estos", y sigamos Su ejemplo.

Señor, mi alma hoy Te declara "sí". Aunque mis manos tiemblen... aunque mis pies flaqueen en este camino nuevo… yo digo "Sí". Te amo, y viviré para Ti. Cámbiame. Guíame. Soy Tuya. En el Nombre de Jesús, Amén.

VERDAD PARA HOY

Mateo 16:24, Luego dijo Jesús a sus discípulos: —Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme. (NVI)

REFLEXIONA Y RESPONDE

¿Has sentido el impulso de Dios de hacer algo fuera de tu zona de comodidad? ¿Cuál paso pequeño de obediencia podrías tomar hoy? Únete a la conversación.

© 2020 por Lysa TerKeurst. Derechos reservados.

Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.

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